miércoles, 20 de enero de 2016

El Caso Snowden



Estados Unidos sufrió, como todo el mundo sabe, un cruento atentado el 11 de septiembre de 2001. Este suceso causó una grave herida en el orgullo de la nación más poderosa del mundo, que se creía inmune a cualquier ataque de otra nación o grupo terrorista por el mero hecho de existir. Esta herida se curó acudiendo al método más antiguo que existe de control de masas, el patriotismo. Ese patriotismo que acude al sentimiento de pertenencia del ser humano a un trozo de tierra y al amor por unos colores representados en un trozo de tela para tapar las deficiencias de una mala gestión del Gobierno y todos los organismos dependientes, olvidándose de que la patria existe gracias a unos valores, como la libertad individual que siempre ha llevado por eslogan Estados Unidos, las costumbres y una historia común que une a los habitantes del territorio en cuestión. 

La venda utilizada es de sobra conocida por todos, la Guerra de Irak con la que se saltaron todos los controles y acuerdos internacionales convirtiéndola en una ocupación ilegal con innumerables consecuencias  posteriores, que ahora no vienen al caso. Al contrario que este, el betadine se mantuvo en las sombras durante bastante tiempo, convertido en un secreto a voces de improbable demostración... hasta que apareció un tal Snowden para destapar la realidad. 

Edward Snowden.
Edward Snowden es un ciudadano estadounidense nacido en la ciudad de Elizabeth City el 21 de junio de 1983. Trabajó para la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos y para la Agencia de Seguridad Nacional. A partir de junio de 2013, empezó a sacar a la luz documentos en los que se probaba como el Gobierno de los Estados Unidos, con la Presidencia de Barack Obama,  amparándose en la conocida como “Ley Patriota” o “Usa Patriot” (en ella se indica que por el bien común se deben comprometer ciertos derechos de los ciudadanos como el de intimidad o de libre expresión en pos de garantizar la seguridad del país ante ataques externos) realizó un espionaje masivo a los ciudadanos de su propio país así como a gobiernos de países aliados como los de la Unión Europea o Brasil añadiéndosele además ciertas tentativas fallidas al Gobierno de China. 

El día 6 de Junio de 2013, el periódico “The Guardian” sacaba a la luz una orden judicial, filtrada por Snowden, en el que el Gobierno de los Estados Unidos, a través de la Agencia de Seguridad Nacional, instaba a la compañía de telecomunicaciones “Verizon” a enviarle la información de todas las llamadas nacionales e internacionales que se realizasen a través de dicha compañía. Hay que indicar que no se extraía el contenido de la llamada sino que se recopilaba el número de teléfono, el lugar de origen y el destino de las llamadas, así como la duración de las mismas. De esta manera le resultaba sencillo a las agencias de inteligencia estadounidenses conocer la identidad de los ciudadanos afectados. Además, en uno de los apartados de esta orden judicial se prohibía a la compañía hacer público la existencia de este documento.

Primera página de la orden judicial mandada a Verizon.

Esta recopilación de datos se estaba llevando a cabo desde el mes de abril. No hay pruebas tangibles de que un espionaje de este tipo se hubiese realizado en más ocasiones pero, es de suponer, sobre todo a partir de declaraciones del propio Snowden, que se han realizado tanto durante la presidencia de George W. Bush como de la de Barack Obama. 

 A raíz de la filtración de este documento, el Ejército de los Estados Unidos bloqueo el acceso de todos sus trabajadores a determinadas secciones y publicaciones del periódico “The Guardian” en su versión americana y censuró en su totalidad la versión británica. En concreto, se censuraron, como es de suponer, todas las informaciones que destapaban el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional. Para justificar estas prácticas, altos mandos aseguraron que lo hacían en pos de preservar la “higiene de la red” y asegurarse que ningún documento filtrado apareciera en servidores no clasificados de su sistema informático. Además, Gordon Van Vleet, portavoz del comando tecnológico del Ejército americano, aseguró que la cesura de páginas web es una práctica extendida y sólo se realizaba en momentos puntuales sin ser una situación permanente.  

  A finales del mes de junio de 2013, Snowden, a través de la revista alemana “Der Spiegel”, filtra un documento firmado en septiembre de 2010 en el que se puede comprobar cómo, de nuevo, la Agencia de Seguridad Nacional se infiltró en el sistema informático de la Unión Europea con lo que consiguieron tener acceso a documentos y correos electrónicos confidenciales de los distintos despachos de las distintas delegaciones que forman la institución. A esto, se le añade el hecho de que monitorizaron las líneas telefónicas y la conexión de datos que la sede del Consejo Europeo pone a disposición de los distintos ministros que lo forman. 

Extracto de la noticia original aparecida en Der Spiegel.

Según la publicación alemana, varios responsables de seguridad de la Unión Europea se dieron cuenta de la existencia de varias llamadas perdidas en los teléfonos de la sede que fueron rastreados hasta las dependencias de la NSA en el edificio de Bruselas usado por la OTAN. 

Además del espionaje a la Unión Europea, en el documento se puede comprobar como la propia NSA colocó escuchas en la sede de la ONU en Nueva York con las que pudieron tener total acceso a las llamadas telefónicas realizadas en estas dependencias, así como a correos electrónicos. 

Ante esta filtración, Martin Schultz, presidente del Parlamento Europeo, declaró que si se demostraba la veracidad del documento las relaciones entre la Unión Europea y los Estados Unidos sufrirían “un grave impacto” y demandó una explicación formal. Como era de esperar, la situación se solventó de manera rápida y la amenaza del dirigente europeo no llegó a mayores. 

Durante estos primeros momentos de vorágine filtradora por parte del ex agente de la CIA, se decidió a sacar a la luz los programas usados por la NSA para realizar el espionaje masivo a los ciudadanos de su propio país. Estos programas se conocen como PRISM y XKeyScore. El Washington Post saco a la luz una presentación interna del proyecto que dio a luz al primer programa mencionado, PRISM, por el cual la NSA podía monitorear las vías de comunicación electrónica, es decir mensajería instantánea y correo electrónico, en tiempo real. De esta manera, cualquier persona autorizada para usar este programa podía acceder, en el momento, a los mensajes y correos que estuviesen mandando los ciudadanos bajo espionaje en ese preciso instante. 

El 31 de julio de 2013, salía a la luz información sobre el XKeyScore el cual, según las propias palabras de miembros de la NSA, se le considera como el programa de más amplio alcance creado jamás por una agencia de inteligencia en lo que a redes informáticas se refiere, a lo que añaden que cubre prácticamente todo lo que un usuario convencional hace en internet. El susodicho programa se puede definir como una gigantesca base de datos en la que, con sólo disponer del correo electrónico, puedes infiltrarte en las comunicaciones de cualquiera, desde tu vecino hasta las del presidente de los Estados Unidos. Todo esto, claro está, sin autorización judicial previa. 

Imagen explicativa de una parte del Xkeyscore.

Según documentos filtrados de la Agencia de Seguridad Nacional, los propios miembros de la institución de inteligencia se jactaban de haber capturado a 300 terroristas hasta el 2008.

Tras todas estas informaciones filtradas, más de veinte organizaciones no gubernamentales, desde religiosas hasta defensoras de la libertad en internet pasando por medioambientales, se movilizaron y presentaron una denuncia colectiva contra las prácticas de la NSA ante el tribunal federal de San Francisco en el estado de California. Los demandantes exponen que la denuncia se realiza por el espionaje realizado conexiones privadas entre individuos o grupo así como la recopilación masiva de todas las llamadas realizadas en territorio norteamericano aunque estas no tengan relación alguna con el terrorismo. Los responsables judiciales le respondieron que la recopilación y almacenaje de datos sobre llamadas o correos electrónicos están autorizadas por un “tribunal secreto” conocido como FISC (siglas en inglés de Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera”), creado a partir de los atentados del 11 de septiembre gracias a la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera de 1978, en la que se describen los procedimientos para la vigilancia, tanto física como electrónica, de personas individuales, tanto estadounidenses como extranjeros, en suelo americano sospechosas de terrorismo.
Cartel aparecido durante una manifestación en protesta contra el espionaje.
 Gracias a la presión ciudadana y a las filtraciones de Snowden, Obama se ve obligado a publicar dos documentos aclaratorios sobre el espionaje realizado por las agencias de inteligencia el 10 de agosto de 2013. En primer lugar, explican que la vigilancia masiva realizada por la NSA es aprobada por el FISC amparándose en la ley conocida como FISA y por la sección 215 de la Ley Patriótica. Esta actividad fue aprobada por primera vez en 2006 y, desde entonces, se ha renovado 34 veces por 14 jueces diferentes pertenecientes al FISC. Se especifica, como indicaban los primeros documentos filtrados por Snowden, que sólo se registraba la duración de la llamada y el lugar de origen y de destino de las mismas y que, en ningún caso, la conversación en sí fue registrada o escuchada por alguno de los agentes.

extracto del primer apartado del sumario publicado por el gobierno americano.

En el apartado tercero, denominado “La recolección de datos telefónicos es constitucional” se asegura que el programa respeta la Constitución de los Estados Unidos, en concreto la primera enmienda (Libertad de culto, expresión, petición, reunión y de prensa) y la cuarta (la necesidad de una orden de registro para buscar personas o incautar bienes, o en este caso, recolectar datos) aduciendo que precedentes en la Corte Suprema de los Estados Unidos dejan claro que los participantes en llamadas telefónicas carecen de una expectativa de privacidad al ser registradas por las propias compañías telefónicas; se menciona el hecho de que se realizan en pos del interés general al luchar contra el terrorismo siempre adaptándose a lo mencionado en la cuarta enmienda; e indican que los datos recolectados sólo son usados en investigaciones autorizadas para la lucha contra el terrorismo internacional respetado así la primera enmienda. 

Extracto del apartado 3 del sumario publicado.

La NSA por su parte, como también se puede ver en los documentos, explica que sus seguimientos alcanzan el 1,6 por ciento del tráfico global de internet pero que sus agentes sólo revisan el 0,00004 por ciento del mismo. 

Un mes después de esta aclaración del Gobierno y de la NSA, esta última saca a la luz un documento de casi 2000 páginas en donde se puede leer como la agencia expió indebidamente a miles de ciudadanos estadounidenses. Durante los años 2006 y 2009 realizaron búsquedas más amplias de las que había establecido el FISC, omitiendo la existencia de una sospecha razonable de relación con el terrorismo. Según un juez de este tribunal especial, la agencia de inteligencia tardó en solucionar el problema al carecer de suficientes agentes que conocieran el funcionamiento de los programas usados para el espionaje. Además, los servicios secretos mantuvieron una lista de alerta de supuestos terroristas, pasó de 4000 a 17835 personas en un breve período de tiempo, que usaban para cotejarlos con los datos recolectados en las búsquedas masivas mencionadas anteriormente. Se explica que el FISC permitió a la NSA mantener la “lista de alerta” pero no a cotejar los datos si no existía una sospecha razonable. 

trabajadores de la NSA en el interior del centro nacional contra amenazas.

Tras las explicaciones dadas por la Casa Blanca y las promesas de aumentar la transparencia del presidente Obama, Snowden filtra un documento, publicado por el periódico británico The Guardian, fechado en el 2006 en el que se insta a los miembros de todas las instituciones del Gobierno Federal estadounidense a compartir datos para poder incluir a 35 líderes mundiales a sus sistema de vigilancia. Esta filtración corroboró las sospechas del gobierno alemán sobre el posible espionaje realizado en el teléfono personal de la canciller, Ángela Merkel. Según otros documentos filtrados por Snowden, a los que tuvo acceso el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, el espionaje se habría realizado a través de la unidad especial conocida en inglés como Special Collection Service colaboradora de la CIA y de la NSA, que trabaja en las embajadas y cuya labor, supuestamente, se realiza bajo aprobación previa del gobierno del país al que pertenezca la embajada. En el caso de Alemania y de los otros 34 líderes mundiales, la Agencia Especial de Recolección de Datos hizo caso omiso a sus propias directrices. 

Tras este suceso, los gobiernos de los países que se creían incluidos en este espionaje, entre ellos España, llamaron a consulta a los respectivos embajadores americanos. Ellos aseguraron que estos programas de espionaje han servido tanto para proteger a los ciudadanos de su país como en mejorar la labor de ayuda y protección que Estados Unidos realiza para con sus aliados. Tras estos diálogos, y a pesar de que el gobierno alemán aseguró que la confianza hacia Estados Unidos estaba dañada, nada cambió. 

García Margallo, ministro de asuntos exteriores español, junto a Costos embajador americano.

Barack Obama, tras los numerosos problemas en política exterior y nacional que le estaban ocasionando las filtraciones y decidido a acabar con el problema que le estaba haciendo descender aún más sus índices de popularidad, para finales de noviembre de 2013 ya había desclasificado hasta 2000 documentos sobre el espionaje. Entre ellos se encontraban algunos muy técnicos que explicaban pormenorizado los programas usados y otros en el que aparecían quejas de jueces del FISC sobre los abusos llevados a cabo por la NSA, indicando que los gobernantes eran incapaces de parar estas actividades por desconocimiento del funcionamiento de los programas usados para el espionaje. La NSA aprovechaba la ignorancia de los funcionarios gubernamentales y de los políticos para extralimitarse impunemente en sus funciones. 

Con tal cantidad de documentos desclasificados, los medios de comunicación españoles dieron por “desactualizado” el caso Snowden y obviaron, en la mayoría de los casos, las filtraciones y declaraciones que todavía estaba por hacer durante el año 2014 y 2015. Algunas de estas son:

La primera entrevista que realizó Snowden para un medio de comunicación de su país en mayo de 2014 en la cadena NBC. En ella el protagonista de este artículo declaraba que las agencias que forman la inteligencia de los Estados Unidos conocían toda la información necesaria para atrapar a los terroristas que perpetraron el ataque del 11 de septiembre del 2001. No fueron capaces de parar el ataque al no saber cómo unir todos los puntos que tenían delante de sus ojos y que, por tanto, la recopilación de datos a través de las llamadas telefónicas y los correos electrónicos sólo añade más “paja” en caso de que se estuviera preparando un nuevo atentado de la magnitud del 11s. A esto añade que, Rusia, sin programas de espionaje masivo como el norteamericano, fue capaz de darle los nombres de los hermanos chechenos que perpetraron el atentado durante la maratón de Boston del 15 de abril de 2013. 

Fotograma de la entrevista realizada en NBC.

Una filtración curiosa salió a la luz en mayo de 2015, en el que se mencionaba el desarrollo y utilización por parte de la NSA de un programa denominado, como el líder del ejército de las máquinas de la película “Terminator”, “Skynet”. Este programa era capaz, a través de una base de datos, de conocer posibles conexiones terroristas e identificar a los sospechosos. Este programa puede conocer todos los movimientos de la persona bajo investigación gracias a su teléfono móvil, conocer a quien llamo en cada momento, detectar cambios de tarjeta sim o conocer si ha visitado algún aeropuerto. Este programa no se centraba sólo en Estados Unidos sino que tenía un alcance global. 

En abril de 2015, Snowden desvelaba un plan urdido entre la NSA, la Oficina Gubernamental de Seguridad y el servicio secreto neozelandés para recopilar datos de países de Oceanía, con los que Nueva Zelanda guarda una estrecha relación, y de algunos del este asiático centrándose sobre todo en China. Además, las filtraciones realizadas por el ex agente de la NSA y la CIA demuestran un espionaje realizado en la embajada de China en Auckland en el que se monitorizaron algunas llamadas realizadas entre el embajador del país asiático y su gobierno. Los datos recopilados no eran de uso exclusivo para las agencias norteamericanas sino que se compartían entre la “alianza de inteligencias” de países angloparlantes formada por Canadá, Reino Unido, Australia y Estados Unidos además de la anteriormente mencionada Nueva Zelanda. 
Representates de los países miembros de la Alianza de Inteligencias.

Dejando de lado las filtraciones de Snowden, nos centraremos ahora en las consecuencias judiciales y legislativas que tuvieron lugar durante la primavera y el verano de 2015. 

Como recordaréis, antes he mencionado el espionaje realizado al móvil de la canciller alemana Ángela Merkel que salió a la luz a finales de 2013. Pues bien, la fiscalía alemana comenzó a investigar este supuesto espionaje en junio de 2014 tras varias pruebas preliminares que demostraban que se había espiado el teléfono de la líder alemana. Un año después, el 12 de junio de 2015, la fiscalía daba por terminada la investigación declarando que no habían encontrado pruebas suficientes que posibilitasen presentar cargos contra la NSA, hecho que se unía a la declaración del fiscal en la que explicaba que el documento filtrado por Snowden, que demostraba el espionaje a Merkel, no se trataba de una orden de vigilancia auténtica de la Agencia de Seguridad Nacional. Cerrado este proceso, el gobierno alemán evitaba tener que aumentar las tiranteces en las relaciones con Estados Unidos que ya se estaban produciendo desde que salió a la luz el supuesto espionaje. 

Ángela Merkel y su quebradero de cabeza.

Entrando en Estados Unidos, el 7 de mayo de 2015 la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito declaró ilegal la recopilación masiva de datos telefónicos llevado a cabo por la NSA al considerar que excede lo autorizado por la sección 215 de la conocida como Ley Patriótica. Este fallo a favor de los demandantes, la Unión Americana de Libertades Civiles, no entraba a hacer consideraciones sobre si estas acciones eran constitucionales o no, por lo que dejaba abierta la puerta a que el gobierno federal legislase para hacer legal el espionaje masivo a los ciudadanos del país norteamericano. 

A pesar de lo anteriormente mencionado, el senado de los Estados Unidos aprobó la conocida como “Ley de Libertad”, el 2 de junio de 2015, con la que introdujeron restricciones que impedían un alcance masivo del espionaje realizado por la NSA aunque no lo prohibía del todo. Con esta ley, se permite a la NSA realizar la recopilación de datos amparándose en la ya mencionada “Ley Patriótica” pero ahora debía solicitar, mediante una orden judicial previa, a las compañías de telefonía e internet que les facilitasen los datos. De este modo, los programas PRISM y XKeyScore deberían quedar en desuso. 


El viaje de Snowden que cabreó a Obama.

Edward Snowden realizó sus primeras filtraciones residiendo en la ciudad autónoma de Hong Kong. Se entiende que eligió esta ciudad para comenzar con su labor filtradora debido a que aunque pertenece a China mantiene una legislación propia entre la que se incluye, por ejemplo, un acuerdo de extradición firmado con Estados Unidos que no contempla los delitos políticos como causa del mismo. A esta ciudad llegó procedente de la isla de Hawái, donde trabajaba para la compañía de consultoría, gestión, tecnología y seguridad Booz Allen Hamilton, que prestaba servicios a agencias gubernamentales norteamericanas. 

Snowden en una pantalla pública de Hong Kong.

Además de fijarse en la situación legislativa del lugar al que acudía, Snowden se guardó un “as” bajo la manga para asegurarse su residencia en la ciudad asiática y su posterior partida. El 22 de junio de 2013 aparecía una nueva filtración en el periódico South China Morning Post, principal diario de habla inglesa en Hong Kong, en el que se citaban documentos que acreditaban la monitorización de ordenadores y teléfonos móviles de empresas locales así como ataques a los servidores de la Universidad de Tsinghua. El día siguiente, el gobierno de Hong Kong sacó un comunicado en el que se indicaba la marcha de Snowden hacia un país desconocido. A su vez, aclaraban que, aunque el gobierno de los Estados Unidos había solicitado una orden de arresto provisional mientras se tramitaba la extradición, no estaba debidamente cumplimentada según los estándares de la legislación hongkonesa. 

Nota de prensa integra del gobierno de Hong Kong.

Snowden llegó a Moscú en un vuelo comercial donde quedó retenido en el aeropuerto de Shermetyevo a la espera de que algún país, de los pocos que hay dispuestos a plantarle cara a los Estados Unidos, le diera asilo político. El plan que había trazado Julian Assange, creador de Wikileaks, para proteger al filtrador americano planeaba, como así se hizo, solicitarlo a Ecuador pero al no confirmar el gobierno del país sudamericano si la aceptaba o no, obligaba a Snowden a esperar. Estados Unidos instó a las autoridades rusas a detener a Snowden y deportarlo pero Putin alegó que, al no existir un tratado bilateral de extradición entre ambos países, tiene derecho de comprar un billete a donde “le dé la gana”.  De hecho, no sólo no lo detuvo sino que le ofreció trabajo como colaborador del gobierno ruso para ayudarles a impedir los espionajes norteamericanos. 

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Para julio de 2013, Snowden había solicitado asilo político a más de 15 países, entre los que se encontraba España, en el que en ningún caso recibió una respuesta afirmativa. La presidencia de los Estados Unidos, que ya había abierto una investigación judicial para que en el momento en el que pisara suelo americano pudiese ser procesado, se estaba poniendo nerviosa al quedarse la situación en “stand by” y no ver en el horizonte una solución que trajese al agente de la NSA a sus brazos. Hecho que provocó que pidiese ayuda a sus socios europeos para poder atraparlo. De esta manera, El avión en el que viajaba el presidente boliviano, Evo Morales, le fue negado el acceso al espacio aéreo francés y el aterrizaje en un aeropuerto portugués para repostar ante las sospechas de que en él se escondía Edward Snowden. Finalmente, pudo repostar en las Islas Canarias y volar a su país, al no haber ninguna prueba que demostrase que el ex agente de la NSA viajase en el avión presidencial. Este suceso fue declarado por el gobierno boliviano como un “secuestro del imperialismo” y se mostró a favor de ofrecerle el asilo al filtrador norteamericano como respuesta a la ofensa sufrida.

A partir de este suceso, Venezuela, Ecuador y Nicaragua se fueron añadiendo a Bolivia como los países que más interés había mostrado en acoger a Edward Snowden. Estados Unidos respondió a estos países diciendo que había un fuerte justificante legal para que el filtrador fuera enviado de inmediato a territorio americano y que mantendría un contacto directo con todo aquel que le ofreciese asilo para “instarlos” a cejar en sus empeños. Además, Obama declaró que, a pesar de haber traicionado a los Estados Unidos, no se pediría la pena de muerte ni se le sometería a torturas. Esto supuso uno de los últimos esfuerzos para convencer a Snowden para que se diera por vencido en su intento de obtener asilo y volviese a territorio americano. 

El presidente Putin realizo unas declaraciones acusando a los propios Estados Unidos de ser ellos los causantes del bloqueo de Snowden en el aeropuerto moscovita al haber amedrentado a todos los países que le ofrecían asilo, dejándoles un “regalo” que ellos no habían pedido. Añadió a esto que, Rusia sólo le concedería asilo si abandonaba su labor filtradora para no perjudicar las relaciones con el país americano. 

Un día después de estas declaraciones, el 16 de julio de 2013, Snowden solicitó formalmente el asilo temporal en Rusia. Ante esto, el gobierno estadounidense intensificó las peticiones de extradición al gobierno de Putin, a lo que este respondió, de manera continuada, con una negativa. El 2 de agosto, Edward Snowden consigue, por fin, el estatus de refugiado político en Rusia y consigue salir del aeropuerto donde estaba retenido desde hacía más de un mes. Según los asesores, que Wikileaks le había colocado al informante para ayudarle con los trámites burocráticos, tenía a su disposición una casa cuya ubicación se mantendría en secreto para protegerle. Esta situación se mantiene hasta ahora. 

Edward Snowden.

 Este caso, junto con el conflicto ucraniano y la guerra civil siria, demuestra que la Guerra Fría continúa, aunque de una manera más velada, y que Rusia se está mostrando más determinada, segura y protagonista a la hora de resolver los conflictos internacionales que suceden en la actualidad. El caso Snowden ejemplifica la debilidad en política exterior de la administración Obama, ya que en el momento en el que tiene que demostrar ese poderío que le debería caracterizar como primera potencia mundial, Rusia le gana la partida. 


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