jueves, 11 de febrero de 2016

OPINIÓN: El AVE Maldito

La política en España cambiará cuando pasemos de los eslóganes a los hechos. Desde hace algún tiempo se viene repitiendo que la política en España está cambiando, utilizando a menudo la sentencia, “el fin del bipartidismo”, para realzar la tesis e inducir a la opinión pública a repetir la manida frase. Es cierto que tras las últimas elecciones generales las fuerzas tradicionales han perdido mucha fuerza y los partidos emergentes han conseguido un papel más o menos relevante en la política nacional e, incluso, han conseguido el asiento de alcalde en grandes ciudades del país pero ¿En esto se queda el cambio de paradigma político en España? Cambios de silla, nuevos peinados, señores ni traje ni corbata, bebes en el parlamento… ¿No deberían fundamentar las nuevas fuerzas políticas sus argumentos en hechos y no en vanas superficialidades de cara a la galería? El bipartidismo en España no son dos partidos intercambiándose el poder, son las prácticas que buscan permanentemente el rédito electoral en vez de buscar la eficiencia, la eficacia y el bien de la sociedad a la que gobiernan.




Un buen ejemplo que muestra que las prácticas de la “vieja política” no mueren y que “la nueva política” no tiene demasiado interés en hacer, o simplemente sugerir, algo diferente, es la llegada de los trenes de alta velocidad a Granada.
El AVE para esta ciudad andaluza lleva programado desde la época de esplendor económico de nuestro país allá por el año 2000. Tras un primer momento en el que distintos niveles del Estado, la Junta y el Ministerio de Fomento, negociaron y acordaron el trayecto que más beneficiase no sólo a Granada sino al resto de provincias de la región, dejando todo listo para que los ingenieros y funcionarios comenzase con su labor, se ha modificado en multitud de ocasiones, se han iniciado y paralizado las obras otras tantas y, todo esto, con la crisis económica dando el toque de color al asunto. En definitiva, ha llegado 2016 y seguimos esperando.    
Lo interesante del asunto no está en el retraso de las obras que, por desgracia, es lo habitual, sino en todo el entramado político y social que se ha ido formando en torno a este asunto a lo largo de los años y que se ha intensificado durante este último, demostrando que la mentalidad del bipartidismo sigue vigente.
Por un lado, tenemos a la ministra de fomento, Ana Pastor, que estuvo prometiendo hasta el último momento la llegada del AVE para Navidades de 2015 haciendo caso omiso a las voces que le advertían que las obras del último tramo no se habían iniciado en Mayo y tardaría todavía varios meses en hacerlo ¿por qué hizo esto? Pues muy sencillo, había elecciones locales y autonómicas y había que arañar votos todo lo posible. Desde la sociedad civil, estaban alzando la voz la Asociación de Vecinos de la Chana que llevaban pidiendo desde el 2013 el soterramiento de la línea ferroviaria a su paso por el barrio para evitar las molestias acústicas  provocadas por los trenes, voces ignorados tantos por los dirigentes locales y estatales como por la oposición local durante todos estos años… hasta ahora, que se agarran a un clavo ardiendo para intentar minar la popularidad del Alcalde y éste, que se niega a proponer dicho soterramiento porque haría retrasar la llegada del AVE cuatro años y, claro está, quiere apuntarse el tanto antes de que acabe su mandato. En contraposición a esta Asociación, están numerosos ingenieros de la Universidad de Granada que desaconsejan este soterramiento por factores técnicos que se nos escapan al común de los mortales. Por último, y no menos importante, las nuevas fuerzas que en vez de proponer una nueva forma de encarar este enconado asunto, uno se alinea con la oposición por que tiene alergia al partido del alcalde y otro se mantiene tieso en medio de ambas posturas para no quemarse.
¡Señores! ¡Espabilad! Hagan nueva política, siéntense, dialoguen, propongan, lleguen a acuerdos, que importan cuatro años más cuando llevamos toda una vida con infraestructuras nefastas. Defiendan lo mejor para la sociedad no para vuestros partidos, como de costumbre.      

*Artículo elaborado como trabajo para el curso de la Universidad Autónoma de Barcelona, "Democracia y Decisiones políticas. Introducción al Análisis de las Políticas Públicas", por el administrador de este blog, Emilio Sarabia Valverde.

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