sábado, 9 de enero de 2016

El Conflicto de Ucrania 1: El Euro Maidan

Hace apenas una semana, los medios de comunicación emitieron imágenes del parlamento ucraniano en las que pudimos ver como un diputado intentaba sacar por la fuerza al Primer Ministro ucraniano del estrado mientras éste, impertérrito, se aferraba a la baranda. A esta situación, de por sí ridícula, se le añade el hecho de que el agresor portaba un ramo de flores con una cinta fúnebre. Esta agresión desencadenó una trifulca entre los parlamentarios.
Arseni Yatseniuk, primer ministro, sacado por la fuerza del estrado.

Este tipo de situaciones, que a los españoles nos resultan peculiares y sorprendentes, se han repetido en varias ocasiones en el Parlamento Ucraniano, sobre todo, durante el período en el que Victor Yanucovich ostentaba la presidencia del país.

Este reciente acontecimiento hace que recuerde el documental “Winter on Fire”, en el que se muestra el conflicto del Euro Maidan, y el coraje que sentí al ver cómo lo que se muestra en él no se acerca, ni remotamente, a lo que nos contaron los medios de comunicación durante el tiempo que duró el conflicto. Por ello, me surge la necesidad de poner en contexto todos los sucesos acontecidos en Ucrania desde finales de 2013 hasta la actualidad, para poder llegar a conocer como una lucha por acercar a Ucrania a la Unión Europea pudo desembocar en una guerra civil y en el desmembramiento de una nación.

Ucrania formó parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética hasta el 24 de agosto de 1991, día en el que el Parlamento Ucraniano aprobó la declaración de independencia. Documento que fue apoyado por el 90 por ciento de la población en un referéndum celebrado el 1 de diciembre de 1991.

Como país independiente, Ucrania ha sufrido importantes crisis económicas, sobre todo durante la década de los 90, causadas por la fuerte inflación y la pérdida de capacidad de producir bienes y servicios de entorno al 60%, haciendo que las huelgas y manifestaciones fueran habituales. A la economía se le unió una cierta inestabilidad política que desembocó en una nueva constitución que definía el estado como semipresidencialista en el que tanto el presidente como el primer ministro tienen el mismo poder de decisión dentro del ejecutivo.

Desde 1994 hasta 2005, la presidencia del país la ocupó Leonid Kuchma. Su mandato estuvo inundado por acusaciones de totalitarismo y de corrupción dentro de su Gobierno. Con la llegada del siglo XXI, es acusado de instigar el asesinato del periodista Georgiy Gongadze por el hecho de haber publicado en su periódico on-line numerosos casos de corrupción de los gobernantes ucranianos.

Durante las elecciones del año 2004, Kuchma decide no presentarse y da su apoyo a por aquel entonces primer ministro, Viktor Yanukovich, perteneciente al Partido de las Regiones de corte pro ruso. Su adversario en estas elecciones presidenciales fue Viktor Yúshchenko del partido Nuestra Ucrania, pro europeo y reformista. Estos comicios no sólo dieron como ganador a Viktor Yanukovich si no que, además, desencadenaron una serie de protestas en apoyo a Yúshchenko al considerar que se había llevado a cabo un fraude electoral. Estas revueltas dieron lugar a lo que se conoce como Revolución Naranja.

Estas protestas permitieron la llegada de Yúshchenko a la presidencia y a Yulia Timoshenko, su principal aliada y uno de los principales factores para que la mencionada Revolución Naranja tuviera éxito, como primera ministra.
Viktor Yúshchenko y Yulia Timoshenko.

Su gobierno duró hasta el 17 de enero de 2010, día en el que se celebraban unas elecciones presidenciales que dieron como ganador, por abrumadora mayoría, a Viktor Yanukóvich. Yúshchenko sólo obtuvo el 5,45 por ciento de los votos en la primera vuelta. 

Durante ese mismo año, Yulia Timoshenko fue destituida como primera ministra a través de una moción de censura del Parlamento Ucraniano. Tras abandonar el cargo, sufrió un procedimiento judicial por haber firmado contratos para el suministro de gas ruso a Ucrania durante su mandato cuyos acusadores consideraban sumamente desventajosos para su país, dando lugar a una condena de 7 años de prisión para la antigua primera ministra, el 11 de octubre de 2011.

La Unión Europea y los Estados Unidos consideraron que el gobierno de Yanukovich había utilizado a la justicia para eliminar a la oposición formada por los miembros del gobierno saliente.

Resulta de vital importancia para comprender los sucesos que estoy por explicar, pararse a analizar la distribución de votos por regiones dirigido a Victor Yanukovich con la que comprenderemos la división existente entre la población ucraniana. Por un lado, podemos apreciar que la zona central y oeste se aleja de las medidas y el espíritu pro-ruso del líder del Partido de las Regiones y, por tanto, entendemos que buscan políticas progresistas y cercanas a las Unión Europea. Al otro lado, tenemos las regiones del sureste y del este con una votación mayoritaria, en el caso de Donetsk masiva, a Yanukovich y hacia conservar las antiguas relaciones con Rusia e, incluso, a aumentarlas más si cabe como explicaremos en las siguientes partes.
Porcentaje de votos por oblast de Viktor Yanukóvich.

Una vez explicado brevemente el contexto ucraniano, podemos pasar a exponer los sucesos del Euro Maidan y sus consecuencias posteriores.

El desencadenante de las protestas masivas en la plaza Maidan de Kiev fue, sin lugar a dudas, la firma del Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea.

Durante la mayor parte del Gobierno de Yanukovich se estuvo debatiendo si sería beneficioso para el país acercarse a la Unión Europea o sí, por el contrario, era mejor aceptar la propuesta rusa de unirse a la Unión Aduanera formada por el aquel entonces por la propia Rusia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán.

Durante el verano del año 2013 pareció que la posibilidad de abrirse a un mercado de casi 500 millones de personas sin restricciones y la eliminación de la necesidad de los ucranianos emigrados de usar un visado, tan sólo en España hay cerca de 100.000 ucranianos según el INE, decantó la balanza hacia la Unión Europea. Por tanto, el Parlamento formado mayoritariamente por el Partido de las Regiones anunció que se pondrían a trabajar para adaptar la legislación ucraniana hacia las exigencias europeas, y así poder firmar el acuerdo de asociación en la conferencia de Vilna de Noviembre de 2013 (hay que diferenciar entre acuerdo de asociación con el de adhesión, Ucrania no se convertiría en miembro de la Unión si no en un colaborador).

A dos semanas de las conferencia, el presidente, Viktor Yanukóvich, cambió drásticamente de opinión al denunciar públicamente las presiones de la Unión Europea para cambiar su sistema judicial y las reformas impuestas en diferentes sectores productivos que supondrían una inversión de cerca de 20.000 millones de euros. Hay que especificar que las condiciones para que la firma del documento estaban acordadas desde meses antes, por tanto, la Presidencia las conocía desde el primer momento.

Bien es cierto que, la exigencia de Europa de tener que reformar el sistema judicial y la liberación de los presos políticos, entre ellos Yulia Timoshenko (antigua Primer Ministro y principal rival de Yanukovich en las elecciones de 2010 tras la estrepitosa derrota de Yúshchenko en la primera vuelta), no le debía hacer mucha gracia al por entonces Presidente pero también es cierto que, las regiones del este del país, su principal nicho de votos y apoyos políticos, se mostraron sumamente contrarios a un acercamiento con la Unión Europea.

Estas regiones mantienen estrechas relaciones con Rusia, no sólo porque tienen una importante población que se considera rusa y habla ruso habitualmente, sino porque son regiones muy industrializadas cuyo principal mercado de exportación son los países que forman la Unión Aduanera. Un acuerdo que se aleje de Rusia le supondría un gran perjuicio económico ante la posibilidad de que pudieran imponer fuertes restricciones a sus productos como represalia.

Se puede suponer, por el hecho de que se conocían las condiciones para la firma del Acuerdo de Asociación desde el primer momento, que esta supuesta aproximación a la Unión Europea pudo ser una estratagema para conseguir un acuerdo más beneficioso con su tradicional socio.
Yanukóvich y Vladimir Putin.

Mientras el Gobierno Ucraniano buscaba un salida para su política exterior que le perjudicase lo menos posible, grupos de estudiantes universitarios se iban concentrando en la plaza Maidan para manifestarse en apoyo a un acercamiento con la Unión Europea, como sinónimo de mayor libertad para sus ciudadanos y una mayor apertura de su país al mundo.

El día 21 de noviembre de 2013, los pocos manifestantes congregados, en comparación con lo que vendría después, fueron desalojados con una violencia desmedida por las fuerzas policiales conocidas como “Berkut” (Fuerza policial fundada para luchar contra el crimen organizado pero utilizado habitualmente para la seguridad pública). Esta intervención policial dio como resultado varios heridos y algunos de ellos fueron dados por desaparecidos por los medios de comunicación. La justificación del Gobierno para desalojar una manifestación pacífica fue la necesidad de tener espacio suficiente para instalar el árbol de navidad y la pista de patinaje.

La mañana siguiente amaneció con una manifestación de proporciones no vistas en Ucrania desde los tiempos de la independencia del país. A partir de este momento, la defensa del Tratado de Asociación con la Unión Europea quedaba relegado a un segundo plano para aupar la repulsa a la corrupción generalizada en las instituciones públicas, al uso de la violencia contra los derechos de los ucranianos y a la mala administración de la sanidad y la educación.
Manifestación en la Plaza de la Independecia de Kiev.

Con el paso de los días los manifestantes fueron construyendo barricadas y levantando tiendas de campaña para establecerse de manera permanente en la plaza y evitar que las fuerzas policiales ocupasen el lugar por la noche. Para demostrar su determinación, los manifestantes ocuparon sedes de instituciones públicas e improvisaron cascos y escudos antidisturbios, muchos improvisados pero otros robados a los “Berkút”, para hacerle frente con mayor garantías a las tentativas de desalojo. El punto álgido de estos primeros momentos del “Euro Maidan” llegó con el derribo de la estatua de Lenin para mostrar de una manera fehaciente su rechazo a las posturas pro rusas del Presidente y el Gobierno del país, el 8 de diciembre de 2013.

Viendo que los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas policiales iban ganando virulencia y no había en el horizonte una solución, el primer ministro, Mykola Azárov, decide usar las milicias conocidas como “Titushki”, formadas en su mayoría por miembros del crimen organizado, para atacar a los manifestantes y torpedear el trabajo de los periodistas desplegados en la zona, llegando a ser agredidos en multitud de ocasiones.
Titushki golpeando a un civil.

Tras la navidad, los disturbios y enfrentamiento entre las dos partes continuaron con su virulencia habitual. El gobierno, para tratar de atajar el problema de la forma más autoritaria posible, aprueba diez nuevas leyes para limitar al extremo las libertades básicas de los ucranianos, el 16 de enero de 2014. En ellas, se penalizaba con una multa económica cualquier ofensa a las instituciones ucranianas, no se definía que se consideraba ofensa, y tres años de cárcel si era reiterado, se legalizaban juicios en el que el acusado no estaba presente y no se podía defender, imponían cinco años de prisión para aquellos que ocupasen edificios públicos, se le prohibía a las instituciones eclesiásticas del país apoyar cualquier tipo de manifestación civil y se le daba carta blanca a las fuerzas policiales para actuar como consideraran oportuno, ya que no se les podría juzgar al tener una amnistía legal.

Estando en vigor estas leyes, la violencia aumentó de una manera considerable, los manifestantes aumentaron sus ofensivas en rechazo a estas leyes antidemocráticas y las fuerzas antidisturbios, auspiciados por la legislación, aumentaron la virulencia de sus cargas contra los congregados en la plaza y alrededores. Esta escalada de violencia condujo a que el día 22 de enero los insurgentes declararan la muerte de 5 personas.

A raíz de los cruentos altercados que se estaban produciendo y a la presión internacional que estaban llevando a cabo los países europeos y Estados Unidos en contra de las leyes antiprotesta del Gobierno, el primer ministro dimite el 28 de enero de 2014 y, posteriormente, el Parlamento derogaría las tan cuestionadas leyes.

La derogación de las leyes no apaciguó los ánimos de los manifestantes, al contrario, lo consideraron como una muestra de que el Gobierno se estaba debilitando y que, a partir de ese momento, el conseguir una Ucrania independiente de Rusia y el pertenecer al “mundo libre” era más plausible que nunca. Por tanto, los disturbios aumentaron y se intensifico la resistencia de los manifestantes frente a las fuerzas “Berkut”.
Berkut frente a manifestantes.

El día 18 de febrero, los congregados en la Plaza de la Independencia de Kiev deciden por votación una serie de propuestas concretas para que cese la violencia y puedan volver a sus casas, que fueron comunicadas al Gobierno y a la Presidencia por parte de los líderes opositores. Estas propuestas fueron:

  • Liberar a los presos políticos.
  • Recuperar la igualdad de poder entre el Parlamento y el Presidente (desigualdad llevada a cabo durante el gobierno Kuchma con Yanukóvich como primer ministro).
  • Elecciones presidenciales cuanto antes.

Para demostrar el compromiso de los congregados en la Plaza para con estas reivindicaciones, inician una marcha pacífica en dirección al Parlamento. Al llegar al parque Mariinski, cerca de su destino, los “Berkut” y sobre todos los “Titushki” comienzan una represión brutal contra los desarmados manifestantes. Los participantes de la marcha, que no fueron asesinados o detenidos por la Policía, se replegaron hacia Maidan donde, ahora sí armados, inician una cruenta batalla que duraría hasta bien entrada la noche. Esta acción provoca la muerte de 30 personas y más de 400 heridos. Los “Berkut” y las milicias de criminales también sufrieron bajas.

Durante la mañana del día 20 de febrero, con las fuerzas antidisturbios replegados frente a los manifestantes, suenan disparos sin un lugar de procedencia claro desconcertando a ambos bandos. Los “Berkut” consideran que han venido desde la Plaza y comienzan a abrir fuego. Como consecuencia de esta acción más de 60 personas murieron por armas de fuego aquel día.
Mujer se lamenta ante cadáveres de manifestantes.
 Durante la noche de ese mismo día, los líderes de la oposición, con Vitali Klitschko al frente, comunican a los manifestantes el acuerdo al que han llegado con el Gobierno para adelantar las elecciones presidenciales a diciembre de ese mismo año. Ante la indignación de los allí congregados, miembros de las fuerzas de defensa de la Plaza anuncian que no toleraran un año más la presidencia de Yanukovich y que, si no dimitía al día siguiente, iniciarían un levantamiento en armas contra la Presidencia.
Vitali Klichkó entre los manifestates y los Berkut.

En la madrugada del día 21, el Presidente de la nación abandona Kiev en dirección a Rusia. Ante el vacío de poder, la oposición toman el control de los principales edificios públicos y el Parlamento, durante la mañana del día 22, anuncia al país que Yanukóvich ya no es el presidente por dejación de funciones y que se adelantan las elecciones al 25 de mayo de ese mismo año.

A partir de este momento, el “Euro Maidan” se daba por concluido y los allí congregados podían abandonar la plaza sin miedo a represalias.

Hay que destacar que casi 800.000 personas participaron en algún momento de las manifestaciones de Kiev, 50.000 en las de Lviv, 20.000 en Cherkasy y casi 20.000 personas en Ternopoli. Pero hay que hacer mención a unos datos importantes para entender lo que estaba aún por venir. Alrededor de 100.000 personas se manifestaron a favor del gobierno y de posturas anti europeístas en el este de Ucrania y también en la propia Kiev.

La crisis de Crimea y la Guerra Civil en el este de Ucrania en la segunda y tercera parte del conflicto.